“QUIEN OLVIDA SU PASADO ESTÁ CONDENADO A REPETIRLO”
Ya lo dijimos en un principio: El MAS de hoy es el MNR de los años 50.
Tiempo atrás (2006), cuando el MAS iniciaba su gestión de gobierno, advertíamos lo siguiente:
Cubre a la llamada Revolución Cultural y Democrática una espesa bruma de mentiras. Sus precursores, verdaderos maestros de la manipulación, haciendo uso de rimbombantes oratorias han sorprendido la buena fe de los bolivianos al hablar hasta el hastío de principios que no sienten y que por lo tanto nunca los aplican. La redención del indio, la nacionalización, sus bonos de asistencia/limosna que no solucionan la miseria, la reconducción comunitaria de la reforma agraria, etcétera, son banderas que al igual que el MNR en la década de los cincuenta, sólo le están sirviendo para realizar su piratería contra el pueblo boliviano.
Después de un año de ejercicio del poder, vemos a una nueva casta de familias privilegiadas que otrora se desgañitaban gritando a favor de los desposeídos y a un pueblo que está a punto de convertirse de colonia estadounidense a colonia venezolana.
La intromisión del gobierno en el Poder Judicial, la presencia de ex terroristas en nuestro territorio amparados por los masistas, las presuntas relaciones del MAS con la ETA y con las FARC, los discursos cargados de violencia del vicepresidente vestido con el “poncho rojo”, los encarcelamientos sin figura de proceso, el destierro de personas inofensivas utilizadas como “cabezas de turco”, la violencia de los denominados “movimientos sociales” o fuerzas de choque del gobierno que terminarán siendo víctimas de su propia anarquía, son síntomas de que la Democracia para el actual gobierno no es más que una simple palabra y no un concepto de vida, porque en nombre de ella son capaces de tender la mano a dictaduras y a todos aquellos que por encima van hablando de los derechos humanos y por debajo van encadenando a sus pueblos.
El MAS está escarneciendo la democracia, está implantando con la ayuda de Chávez la avanzada del comunismo en América y está explotando en provecho particular la esperanza de los humildes.
Parecería ser que el mundo ha olvidado el terror comunista y que en Bolivia nadie percibe que nuestra sociedad está siendo enfrentada y propinada de venenos disolventes por los neomarxistas-indigenistas atrincherados en el MAS, que además de clasistas ahora son etnicistas y neopaganos, deconstruccionistas en otros términos.
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